• Es ilegal que un adulto le de alcohol a menores de veintiún años en el estado de Washington. También es ilegal que un dueño de propiedad le dé un lugar para beber a menores. El estatuto dice:

    Es ilegal que una persona venda, dé, o por otra manera proveer alcohol a cualquier persona que es menor de veintiún años o permitir que cualquier persona menor beba licor en su propiedad o en cualquier propiedad que este bajo su control. Por propósitos de esta subsección “propiedad” incluye bienes raíces, casas, edificios, u otras estructuras, y vehículos de motor y embarcación. Violación de esta subsección es un delito grave castigable como se prevé el capítulo 9A.20 RCW.[1]

    Violar esta ley puede resultar en ir a la cárcel hasta 364 días, una multa de $5,000.00, o los dos.

    Hay una extraña excepción a esta ley: no es ilegal que padres o guardianes les den alcohol as sus hijos(as) menores con que lo hayan hecho bajo su supervisión. Esto no quiere decir que es aceptable que un adulto supervise otro menor que no es su hijo(a) – en otras palabras proveer un lugar seguro para que su hijo(a) y sus amigos tomen es ilegal. Además, puede ser responsable por daños civiles si el menor, después de irse su casa, es herido por estar embriagado.

    Estudios demuestran que menores que toman bajo la supervisión de un adulto son más probables de tener problemas con alcohol que jóvenes que se les prohíbe beber hasta los veintiún años. El estudio fue conducido por Barabara J. McMorris, quien es autora principal e investigadora de alto nivel de la escuela de enfermería en la universidad de Minnesota. Ella y sus colegas estudiaron y dieron seguimiento a 1,945 menores en el grado 7 por tres años. La mitad de los menores eran de Victoria, Australia y a otra mitad fueron del estado de Washington.

    El estudio concluyó que no importa el país en que vivan los padres y menores, la idea de enseñar los menores a beber alcohol responsablemente no es efectivo. El estudio explicó que un ambiente supervisado por adultos para el uso de alcohol resultó en actividades más peligrosas al contrario de la suposición antes del estudio. “El estudio demuestra muy claramente que uno no debe beber alcohol con sus hijos(as),” dice McMorris.

    Entonces, la próxima vez que le pidan comprar o proveer alcohol a un menor o permitir que menores beban en su casa, simplemente responda: NO. No es bueno para ellos y puede exponerlo a responsabilidad criminal o civil.  Sea un padre inteligente, no deje que nadie menor de veintiún años beba en su propriedad o bajo su supervisión.

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